Un problema global que afecta a muchas industrias, incluida la industria del automóvil

La pandemia de la COVID-19 provocó una tormenta perfecta para la industria del automóvil. En su punto álgido, las restricciones impuestas para controlar el virus, redujeron la producción de vehículos y componentes en todo el mundo. Además, el cierre de concesionarios, redujeron casi a la mitad durante los primeros seis meses del año, los registros de vehículos nuevos en Europa.

La demanda de nuevos coches está incrementando, pero la oferta se está viendo afectada

Los fabricantes de automóviles redujeron en forma significativa la adquisición de semiconductores al mismo tiempo que se disparaba la demanda de equipos de informática para el hogar, juegos y cuidado de la salud. Cuando los fabricantes de semiconductores volvieron a poner en marcha su fabricación a un ritmo reducido el limitado volumen de estos ya se había dedicado a otros sectores, lo que condujo a problemas de suministro conforme el sector del automóvil se reactivaba. , pero el suministro muestra problemas para mantener el ritmo. La escasez de semiconductores es un problema global que afecta a muchas industrias; incluida la industria del automóvil.